El tipo sabe lo que hace: ¡la folla lenta y metódicamente por el ano! Y no le importa lo hinchados que están sus labios y cómo los acaricia con los dedos. Creo que la mujer sólo necesitaba un pene en su vagina, o en su defecto una doble penetración con la faloimitra. ¿Y quién dijo que la mujer llegó al orgasmo? Yo sólo vi al tipo bajar por su ano y ya está.
Ser sumisa y azotada es el destino de una mujer. Toda perra quiere ser castigada y ahuecada. Y si el amo lo desea, será follada no sólo por sus amigos, sino también por máquinas con pollas. Al mismo tiempo, la doncella se vuelve cada vez más lujuriosa y disponible. La lujuria es ahora su razón de ser.