Las hermanas felices pueden hacer feliz a su hermano adoptivo también. Y todo lo que tienes que hacer es fregar su espalda. Y el hecho de que se haya puesto cachondo y se la haya metido a los dos es sólo un bonito extra. Es un honor para un hermano correrse en las bocas abiertas de sus lujuriosas hermanas.
Utilizando su cara como silla de montar, la jinete masturba su clítoris contra su bulto (con forma de nariz). ¡Debería agradecer que le haya dado a oler sus bragas!